Lo primero, relájate. Parece que al principio tienes
que estar tú, el padre, la abuela y hasta el teléfono de urgencias a
mano. Nada de eso. Prepara la bañera, comprueba el agua y mete al bebé
tumbado y sujetándole la cabeza con tu mano. La única precaución que has
de tener es no mojarle el ombligo si aun no se le ha caído el cordón.
Si por casualidad el bebé se te resbala y se mete en el agua, no pasa nada, lo sacas y ya está. No va a tragar agua. Ten en cuenta que ha pasado nueve meses sumergido, así que para él no es algo nuevo.
En invierno, procura lavarle la cabeza al final del baño, para que no la tenga mucho tiempo mojada y no se enfríe.
Si ya es más mayorcito y está sentado, échale agua por la espalda
mientras está jugando para que no se le quede fría. Mete dentro del agua
los botes de jabón y leche hidratante, así se calentarán para cuando se
los apliques y podrá jugar con ellos.
Y ten en cuenta que las bañeras infantiles tienen muy poca agua y los
niños la remueven constantemente, con lo que se enfría pronto, así que
si puedes rellénala con agua más caliente.
A continuación, te damos algunos consejos de todo lo necesario antes de bañar a un niño o bebé:
1- Eche el agua en la bañera, lo suficiente para
cubrir una parte del cuerpo del bebé. Es aconsejable echar primero el
agua fría y luego añadir la caliente poco a poco hasta que sienta que la
temperatura está estable. El siguiente paso es desnudar al bebé,
limpiarle antes la zona del pañal y meterlo cuidadosamente en la bañera.
Jamás debe poner al bebé de pie en la bañera y tampoco dejarle solo.
2- El bebé necesita sentirse seguro. Para que eso
sea posible posiciónate a un lado de la bañera, pase el brazo por debajo
de la espalda del bebé, de modo que la mano alcance su hombro del lado
opuesto y permita que la cabeza del bebé descanse en tu antebrazo.
Sujétale bien por la axila y no lo suelte en ningún momento. Para
enjabonarlo, utiliza la mano del otro brazo. Delicadamente, con la ayuda
de una esponja o la propia mano, masajea sus piernas, brazos, cuello, pecho, vientre, axilas y todo el cuerpo, con especial atención a las zonas de pliegues.
3- Para dar vuelta al bebé en la bañera y lavar su
espalda y la zona de las nalgas, apoyar el pecho del bebé sobre el otro
brazo y sujetar al bebé con firmeza por las axilas. Lavar la espalda del
bebé y enjuagar. La cara debe lavarse sin jabón, solo con agua tibia.
4- Los bebés no deben estar en el agua por más de
cinco minutos. Si el baño se alarga, el agua podría empezar a enfriarse.
Terminado el baño, sáquelo delicadamente de la bañera y envuélvalo en
una toalla con capucha.
La diversión durante el baño
Permitir y estimular al bebé a que mueva sus piernas y chapotee
durante el baño es una buena actividad para hacer con que el pequeño se
adapte a la rutina del baño. La práctica de los buenos hábitos debe
empezar desde el primer baño del bebé. Se debe bañar al bebé, siempre
que sea posible, todos los días y a la misma hora. Además, aprovecha
para aumentar el vínculo de comunicación con el bebé.
Durante el baño, hable con él, cántele y diviértete con él. Y a
partir del primer año, cuando el bebé ya adquiera habilidades y sepa
defenderse más, es recomendable que tenga juguetes en la bañera, como
patitos o pececitos sonajeros, pelotas, pequeños molinos, etc.
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