Los motivos son conocidos por todos: la liebre de pascua y los huevos de colores. Y pintar huevos
es algo que hasta los niños más pequeños pueden hacer y con lo que
estarán entretenidos un buen rato. Prepara los huevos vaciándolos, y si
quieres puedes rellenarlos de chocolate. Una vez que el chocolate esté
duro, se pueden pintar.
Lo mejor para pintarlos son pinturas acrílicas, pero si quieres hacerlos más especiales,
cuando se hayan secado pégales lentejuelas, purpurina, abalorios, hilos
de colores o tiras de papel. La mejor manera de colocarlos es en una
cesta o en un recipiente simulando un nido, que puedes hacer con lana.
Para la casa, puedes imprimir figuras de conejitos o gallinas para que las pinten, colgar una guirnalda de galletas decoradas o
de zanahorias rellenas de huevitos de chocolate, y si tienes la suerte
de tener un jardín, organiza una búsqueda de huevos por él, igual que
Obama en la Casa Blanca. Invita a sus amigos y seguro que lo pasareis genial.
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